Cuando quiero esconderme busco una puerta.
Cuando quiero olvidarme de todo tiro un portazo.
Abro y cierro mis puertas; las de los ojos, las de la boca, las del corazón y las de mi casa.
Pero recuerdo siempre que una puerta siempre, siempre me lleva a otra parte.
Cierro otra puerta...