Siento las canciones, me vuelven a abrazar esas melodías que me recuerdan a otros tiempos y nunca supe valorar.
No se que es lo mas masoquista de todo esto, que estemos como estemos o que las cosas no se han preocupado en cambiar. No sé con que fin escribo, no se porqué tengo que escribir, y siento la necesidad de hacerlo. Tengo ese poder de ponerme bien con solo escribirme y leer cosas para una futura yo.
Con solo escuchar las canciones que alguna vez cante acostada en alguna parte del mundo tengo el poder de saltar barreras. Si, abrazo, no quiero y no necesito nada mas.
Puedo mover mis cielos y tierras con un abrazo pero lo bueno de todo esto es que ya no lo quiero, me encanta como obsesión pero no lo quiero. Miento si digo que quiero a mi lado algo, que quiero verme con alguien de la mano libre de cualquier preocupación y lanzarme a brazos; supero, me hace bien.
No tengo rencor de ver feliz un cuerpo con otro cuerpo me resulta algo inerte, por eso afirmo todo esto.
Hace falta alguien a estas horas para poder cantar partes de alguna canción que realmente sientan, ese alguien que congele el alma junto a huesos mientras se detiene el corazón.